Alcohol, sexo y drogas

3 conceptos de fiesta y celebración que muchas veces se unen sin ser conscientes del resultado que pueden dar. Generalmente se ve desde un estado de euforia y bienestar, pero las consecuencias reales de juntar sexo y drogas son diferentes.

Comencemos por la acción del alcohol en el sexo.

No es raro que hayas escuchado a gente decir que borrach@ folla mejor. Esto es algo que solo ocurre en su mente. (Para los del vídeo seguro que lo recuerdan como un polvazo). Precisamente el efecto del alcohol, la borrachera, lo que genera es una falsa percepción de la realidad. Aquí es donde la gente se cree que ha batido todos los récords sexuales.

En realidad el alcohol es bueno y malo a la vez. Por un lado, afecta produciendo que las personas pierdan timidez y sean más abiertas y atrevidas. En un momento dado puede servir para conocer gente y proponerles sexo. Sin embargo, la misma función que realiza eso (inhibición del sistema nervioso) afecta al tema sexual. El alcohol, entre otras cosas afecta reduciendo las sensaciones. Y esto desemboca en que las caricias, los jugueteos o incluso penetración, tampoco se sienta al 100%.

En el caso de los chicos, complica la erección porque el cerebro no recibe la estimulación sensorial y entonces es como si no estuviera pasando nada. Para las chicas ocurre algo similar, no se lubrica la vagina ni se produce excitación de ningún tipo.

El alcohol no afecta a todo el mundo por igual en cuanto a cantidades ingeridas. Los efectos si que son universales y todo el mundo los sufre. La diferencia está a partir de cuantas copas, cervezas o chupitos esos efectos son notables. Obviando el tema técnico, te podemos decir que cuando tienes “el puntillo” es el comienzo del fin. A partir de ahí, el efecto del alcohol solo va a hacer que todo vaya a peor.

La marihuana es una de las más consumidas, provoca los mismos efectos que el alcohol. Pequeñas dosis puede facilitar el entablar conversación y llegar a la cama. Sin embargo, si se consume más de la cuenta, aunque llegues a la cama, no va a funcionar ningún tema. Aquí hay un detalle importante, consumida de forma puntual puede tener efectos pasajeros. En cambio si se consume de forma habitual, aunque sea poca, puede generar otros efectos. Por ejemplo el cuerpo se acostumbra a ella y de forma natural reduce los niveles de hormonas sexuales. Algo que hará que cada vez te apetezca menos follar y tener relaciones sexuales. Un detalle que nadie te cuenta sobre mezclar sexo y drogas.

Es el momento de hablar de cocaína. Tiene fama de que pone a mil a quien la consume. Lo siento, pero es solo fama. La realidad es que no produce ese efecto. Es cierto que es estimulante del sistema nervioso y que de un primer momento dé ganas de tener relaciones sexuales, pero se pasa rápidamente y comienza su efecto real y potente.

Justamente el contrario. Activa procesos depresivos y ataca directamente al sexo. De hecho, a nivel médico se considera un anestésico local. (Elimina cualquier sensación de la zona donde actúa). Aprovechamos para informar de que por contacto físico, no produce efectos. Hacer rallas sobre el cuerpo de otra persona no hace que esa persona sufra sus efectos. Solo “coloca” cuando la cocaína es absorbida en el cuerpo. (Esnifada, chupada, pinchada, etc….) Destacar que varios estudios coinciden en que más de la mitad de personas que consumen cocaína de forma regular o habitual, sufren problemas graves a nivel sexual.

Los hombres tienen problemas de erección. Son incapaces de empalmarse aunque estén excitados. Y las mujeres se vuelven anorgásmicas. No llegan a tener un orgasmo por mucho que lo intenten.

Por completar el tema, hablar rápidamente del efecto de mezclar sexo y drogas de diseño o similares. Sobre este tema apenas hay información documentada que se pueda considerar fiable. Además de que cada droga o pastilla está realizada de compuestos diferentes y no se puede definir qué efectos producen. De forma genérica, cuando predominan las sustancias anteriores, tiene esos efectos. Cuando predominan anfetaminas y similares, el efecto es de estimulación y si que puede “mejorar” las relaciones sexuales a cambio de ponerte en riesgo de infarto, adicción y otro tipo de efectos secundarios realmente complicados como daños severos en el cerebro.

La gran mayoría de las historias “positivas” que circulan sobre el sexo y las drogas, independientemente de qué droga sea, se deben a que bajo los efectos de las mismas se distorsiona la realidad y la percepción de lo que está ocurriendo. De igual modo que ocurre con los considerados afrodisíacos. (ver info) Gran parte de su “éxito” se debe al efecto placebo y autosugestión de la persona. Por lo que desde Las experiencias de Toulouse, desaconsejamos totalmente mezclar sexo y drogas.

Lógicamente no es lo mismo un consumo puntual, ocasional, regular o adictivo. En cualquiera de los casos, a más consumo peores consecuencias en la sexualidad. Aquí solo hemos mencionado las partes negativas relacionadas con la sexualidad.  El consumo de drogas también afecta de forma negativa a otras parcelas de la vida. Especialmente su adicción. Por lo que para evitar otros efectos negativos y daños, lo mejor es no consumir este tipo de sustancias. Si crees que necesitas más información o ayuda sobre sustancias contacta con la FAD. (click aquí)

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