Autofelación. Cómo conseguirlo.

El sueño erótico de muchos hombres, poder realizarse a si mismos una felación. Darse el gusto del sexo oral a sí mismos. Si eres hombre, deja de intentarlo y lee la entrada completa para saber si vas a logralo.

La autofelación siempre ha tenido controversia. ¿Mito o realidad? Lo cierto es que es complicado conseguirlo. Si nos guiamos por los números y estadísticas, se habla que menos del 1% de los hombres pueden conseguir hacerse una autofelación. Este dato lo tenemos gracias al informe Kinsey, publicado en 1920, aunque hay que destacar que los datos corresponden sobre una muestra de hombres estadounidenses. Hay que pensar que dentro de este selecto club el número tiene varios sesgos. Por un lado hay que descartar a los hombres que por cualquier motivo no quieran realizarla. Además hay que restar los hombres que puedan hacerla pero no lo han intentando. Resumiendo, las posibilidades de hombres que se realicen una autofelación es realmente bajo.

Asi que no es un mito, la autofelación es una realidad escasa, pero realidad. De hecho, hay que remontarse a 1981 para ver una autofelación en formato vídeo. Concretamente en la película titulada “Inside Seka” El gran afortuanado en lograr la azaña es Ron Jeremy, actor porno.

Sabiendo que se puede realizar es probable que ahora los chicos tengaís un ataque de hedonismo y curiosidad. En primer lugar, probar a hacerlos una autofelación, quizás estaís en ese 1%. Si estaís en el 99% no os deis por vencidos. Aun hay una posibilidad de lograrlo.

Hacer Yoga y una tabla de ejercicios para mejorar la flexibilidad es el camino para llegar a la autofelación. Es un camino largo, de un día para otro no se puede conseguir. La postura de yoga ideal para poder hacerlo es la llamada “halasana”. Tumbado bocarriba, hay que levantar las piernas y poco a poco ir llevándolos por detrás de los hombros. Otra postura idónea para hacerse una autofelación es la que usan muchos acróbatas de circo. Sentado acercarse a tu propia polla, y pasar los pies por detrás de la cabeza. Una última postura es comenzar a 4 patas y lentamente ir metiendo la cabeza entre las rodillas.

Esto no quiero que suene a golpe bajo, pero una autofelación tiene dos necesidades básicas: La primera es tener flexibilidad, la segunda es tener una polla larga. A más larga en erección más fácil de chupar.

Como es lógico, no somos los primeros en la historia en intentar la autofelación, el sumun de la autosatisfacción. Los egipcicios tenían hasta una bonita historia de como surgió este tema. Parece ser que el dios Ra fue el artífice de esta forma de autoplacer. Esto lo saben porque al correrse, no le entró todo el semen en la boca y de lo que le goteo surgieron 2 dioses más. Centenares de años más tarde, vuelve a surgir la autofelación como representación artística. En la catedral de Colonia, hay una figura humana realizandose una autofelación, venganza de los canteros de la obra.

Lo cierto es que la autofelación, no es algo tan raro o insólito como nos quieren hacer ver, ni siquiera un acto de homosexualidad. El reino animal está lleno de casos de autofelaciones. En concreto podemos verlo muy facilmente en perros y gatos. La pregunta es: ¿Es dar sexo oral o recibirlo?

Es un problema que solo el 1% de los hombres puedan hacerla, pero no es nada raro, solo una peculiaridad más de la conducta sexual humana.

Posdata: Si quieres seguir profundizando y tienes buen nivel de inglés quizás te interese la guía sobre autofelaciones: ‘The Art of Auto-Fellatio. Oral Sex for One‘, de Gary Griffin.

¿Eres del 1% de los elegidos?