La bofetada turca. ¿Qué es?

Bajo este nombre se esconde una práctica sexual que se realiza muy habitualmente. Se puede hacer tanto por placer, como por humor o juego de humillación.

Se la denomina de varias formas, pero la más escuchada es la de bofetada turca. Consiste en dar una bofetada a otra persona usando la polla. Dentro de esta opción, hay dos versiones. Con la polla en erección o con la polla flácida o semi-erecta.

Es una práctica que se da en cualquier orientación sexual. En el sexo lésbico se puede realizar jugando con la ayuda de dildos y strapons. Como hemos comentado antes, generalmente lo que lleva a hacerla puede ser por un tema de humor. En ocasiones se realiza como forma de mofa, pero también por humillación de la persona que es abofeteada. Aquí entran en juego los fetiches y filias, siempre con consentimiento. Se pueden dar casos de que la persona que recibe la bofetada, sienta excitación precisamente por esa humillación y por el rol de sumisión o de ser controlado/a que lleva implícito. De igual forma que también genera cierto placer en la persona que la realiza. Precisamente por el polo opuesto, digamos que la erótica del poder. Placer por sentirse superior, tener poder, dominar a otra persona, etc.

Recordando que el sexo debe ser explorado y experimentado por cada persona, esta práctica sexual de la bofetada turca está bastante extendida en la intimidad de las personas. Se suele realizar en dos momentos diferenciados. Como parte de los juegos previos del sexo, y más en concreto del sexo oral. O bien, en la parte final cercana al clímax. Se suele realizar momentos previos a la eyaculación, como forma de excitación de lo ya mencionado, el propio contacto de los golpes del glande en la cara de la otra persona.

Como otras tantas prácticas sexuales, no está exenta de tener riesgos de contagio de algún tipo de infección o enfermedad de transmisión sexual. Lo que si es verdad es que a priori, es más baja que otras prácticas que si que pueden ser de mayor riesgo y que generalmente todo el mundo realiza sin protección.

El como realizarla, por supuesto es con el consentimiento de las personas implicadas. En un primer lugar, si se realiza con la polla en erección, se recomienda realizar los golpes sobre los mofletes. Una de las partes blanda de la cara. Para evitar golpear la zona de los ojos, aunque también se puede dar en la línea de las mandíbulas, barbilla, boca (con precaución para no hacer daño al entallar los labios con los dientes) o por también la frente.

En caso de querer realizarla con la polla flácida o relajada, la bofetada turca, es más simple. Hay menos riesgo y peligro de lesiones o daños en ambas partes. Generalmente en este caso concreto, la excitación está más en el roce y contacto de la polla con la cara de la persona, que con la excitación del “golpe” que ocurre cuando se realiza en erección. Digamos que con la polla flácida, la excitación proviene del morbo de la imaginación de la situación y el juego de dominación-sumisión. Mientras que el juego realizado en erección total, el placer se obtiene por la estimulación del golpeo moderado en el glande.

Para el caso de que las chicas quieran realizar la bofetada turca en lugar de recibirla, es mediante el uso de juguetes como dildos y strapons. Aquí hay que tener especial cuidado porque se controla menos la fuerza que se aplica. Además que estos juguetes aun siendo flexibles y con tactos suaves, pueden provocar daños si no se controla la fuerza que se emplea. Si se hace a mano es mejor empezar poco a poco, en caso de estar sujetos bien a otros complementos tipo suspensorios o por penetración vaginal, también es importante actuar con precaución. Por norma general no tenemos tacto ni tanto control de movimientos en las caderas y cintura.

Para el resto de ideas y versiones, lo mejor es hablarlo con tu pareja y si tenéis curiosidad…

¿Por qué no probar?

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