Estilos de sexting

La sexualidad es una parcela de ser humano que evoluciona, lo mismo que la sociedad en la que estamos. El sexting no está exento de esta evolución y desarrollar hacia otras direcciones. Toulouse ha detectado que desde hace un tiempo se han establecido varios comportamientos que se podrían denominar como estilos de sexting.

Para comenzar, hablaremos del sexting básico y clásico. El estilo más extenido. Dos personas que intercambian fotos y/o vídeos cortos propios de cierta carga sexual o erótica entre ellas con la intención de jugar, exictarse o incluso de llegar a fantasear con relaciones sexuales. Si quieres realizar sexting, te recomendamos que leas antes la entrada del blog sobre sexting (leer aquí) o la guía gratuita (descargar en PDF) con las recomendaciones de autoprotección para evitar sustos si esos contenidos se escapan de la privacidad.

Ahora vamos a ver 3 estilos de sexting además del básico ya comentado.

Es el momento de fijarnos en un estilo de sexting que a raíz del covid-19 ha adquirido una popularidad asombrosa fuera de los círculos de la sexualidad y el mundo digital. Lo podríamos llamar el sexting de packs. En algunas partes de este blog ya hemos hablado de los packs, lleva unos 3 o 4 años funcionando.

Algunas personas lo consideran una forma de prostitución, otras personas una forma más de creación de contenidos digitales y otras personas arte y/o libertad. Concretando, es personas que se dedican a realizarse (y vender) fotos y vídeos cortos de cierto nivel sexual. Algunas personas aceptan realizar contenidos muy explícitos o hasta teniendo relaciones sexuales con terceros o masturbaciones. Otras personas marcan su límite en algo más sugerente y provocativo.

Dentro de estos packs, en los que Toulouse no llegaría a definirlo como sexting, entra en escena el concepto de personalización o encargo. Hacen estos packs por encargo o a medida de peticiones de otras personas. Siendo aquí ya siempre a cambio de una compensación económica.  Por ello lo definiría como un estilo de sexting con matices. No sería conversación fluida y continúa. Pero por el formato y definición, encajaría en uno de los estilos de sexting.

Continuamos  con otro de los estilos de sexting. Antes era algo residual o reducido a ciertos fetiches y/o conductas. Ahora se ha convertido en algo mucho más extendido. Está rozando lo que se conoce como porno-venganza. En cierta manera se está viendo presionado por el control por parte de autoridades y plataformas. Este estilo de sexting lo podemos llamar sexting de impostor. 

Consiste en contenidos (fotos y vídeos) procedentes del sexting clásico en gran medida. Aunque Toulouse también ha descubierto que se empieza a aprovechar contenidos del sexting de packs.  Estos contenidos son utilizados por una persona que no es su autor/a. Generalmente sin buscar un perjuicio hacia esta. Este contenido lo reutiliza para hacerse pasar por ella pero en busca de su propia satisfacción.

 En este caso de sexting, la motivación de quién lo hace está en la excitación, ya que no suele haber parte económica. Aquí el morbo y la fantasía de experimentar o sentirse otra persona es lo que lleva a realizar sexting. Mientras que quién recibe los contenidos, vive en el engaño inocente de pensar que está hablando realmente con esa persona. Según de donde haya conseguido el contenido que comparte, puede estar contribuyendo o no a crear un perjuicio sobre esa tercera persona. Este estilo de sexting es fácil encontrarlo por herramientas como chats y foros con perfiles que se muestran muy lanzados y abiertos a realizar esta práctica. En algunas ocasiones y como parte del fetiche o fantasía, hay personas que crean la ilusión de que la persona de las imágenes y/o vídeos, es algún familiar suyo. Se convierte en el siguiente estilo de sexting.

El último estilo de sexting que vamos a comentar es el que pasa por el rolsex. El rolsex es la conducta sexual por la cual se juega a buscar excitación por medio de la interpretación de personajes. El grado de realismo ya depende de cada persona. Se puede hacer incluyendo acting y disfraces, o simplemente jugar la fantasía de forma comentada. Como todo, se puede hacer también en formato digital, el sexting de rolsex.

Generalmente, dos personas deciden qué fantasía van a representar y ambas desarrollan sus propios personajes. En el caso de hacerlo en formato digital, aunque abunda la versión solo texto o con dibujos tipo anime/manga, también hay una variedad con cierta popularidad que está centrada en relaciones incestuosas. Aquí es donde a veces se superpone con el estilo de sexting de impostor.

Hasta aquí los distintos tipos de estilos de sexting que ha detectado Toulouse en estos últimos meses que lleva monitorizando las tendencias y hábitos de la sexualidad humana en el ámbito digital.

¿Y tú de qué estilo eres?