Evolución del cibersexo (2º parte)

Con el comienzo de Internet, comenzó el cibersexo. Ya hablamos de la evolución del cibersexo desde su nacimiento poco antes del año 2000 hasta aproximadamente el año 2013. En la primera entrada titualada: cibersexo, la evolucación. (leer aquí). Sin embargo, la vida sigue su curso y los caminos y la evolución del cibersexo también.

En esta segunda parte, vamos a actualizar esta pequeña historia de la que ya van casi 30 años. En esta entrada nos vamos a centrar en los últimos años. Aproximadamente desde ese 2013 hasta el 2020. Estos dos últimos años está todo aun muy revuelto como para poder definir como se ha movido la evolución del cibersexo.

Después de Twitter y su prueba de emisión en directo de vídeo, se desarrolló una nueva forma de cibersexo. Llegó el nacimiento de las app de streaming, emisión de vídeo en directo. Concretamente las que se usaron para sexo fue Periscope en un primer momento y a medida que se fueron vetando este tipo de contenidos el cibersexo se pasó a Snapchat. Hablamos de aproximademente 2013-2014.

En Periscope para temas de cibersexo había varias opciones. La más utilizada, los grupos privados. Emisión privada solo para un grupo de personas que quién emitía decidía quién de sus seguidores podía entrar. Después había una la opción no escrita de hacer emisiones públicas donde era más erotísmo que cibersexo. Eran emisiones donde se mostraba poco o se hacían juegos de retos para conseguir aumentar en seguidores. Esto en muchas ocasiones se transformó en reclamo para aumentar fans en redes como Instagram. Incluso alguna persona llegó a convertirse en influencer gracias a realizar «en secreto» estas prácticas.

En este periplo y explosión de los vídeos en directo, por supuesto aumentaron en usuarios y popular las páginas de webcams y apareció la profesión de “webcamer”. De esa época queda por ejemplo Cam4. A nivel privado, Skype (sucesor natural de MSN messenger) siguió consolidándose como herramienta de chat privado o videollamada para temas sexuales. Tuvo varios competidores como Hangout de Google. Sin embargo, la evolución del cibersexo lo ha posicionado como la herramienta de videollamada y chat principal y doméstica para estos menesteres. (Incluso en 2021)

Como he comentado, en su momento de Instagram también hacia videollamadas (directos) y había contacto directo con fans. La plataforma tuvo un momento de flirteo con el cibersexo, pero con una política de uso muy fuerte contra este tipo de contenidos, apenas fue unos meses. La famosa censura de pezones y demás actos de doble moral de la popular red social.

Recordad que esta secuencia de acciones no ocurre de forma lineal y claramente diferenciada. Hay acciones que ocurren de forma simultánea en el tiempoAlgunas acciones son flor de un día, de una temporada (los directos de Instagram), otras en cambio sobreviven durante años. Como es el caso de los chat de IRC. Fueron de los primeros en Internet y por donde surgió el cibersexo, el sexchat en concreto y a día de hoy siguen gozando de popularidad y buena salud.

Como sociedad hemos ido aprendiendo a usar este tipo de herramientas y sobre todo a proteger y no exponer en exceso nuestra vida privada. A medida que se integraba en nuestra vida, hemos aprendido a usarla mejor y medir las consecuencias.  Esto nos lleva a que la evolución del cibersexo diera soporte para que crecieran en popular aplicaciones como Telegram o Kik que son herramientas de mensajería instantánea donde el anonimato es su principal punto. Al igual que poder enviar archivos (fotos, vídeos y audios) que se autodestruyen pasado un tiempo determinado. Algo que aunque se usa para el cibersexo, seguramente tenga más usos en otros ámbitos.

En esta época estamos viviendo cambios profundos en la forma de conocer gente y establecer relaciones sentimentales. Badoo es uno de los referentes en esta historia.  Mucha gente comenzó a subir fotos subidas de tono. Se asociaba que «mostrar más carne» permitía tener «más éxito» en lo de buscar pareja sexual.  Gran parte de las fotos públicas de esta plataforma era en ropa interior o en los espejos de los baños tapando lo menos posible con una toalla, con el vaho de un espejo o simplemente por encuadre. Esto daba pie a tener conversaciones más explícitas en los chats internos de estas apps.  Efectivamente, el sexting se iba popularizando.

Como era lógico, si hay apps de citas genéricas, también aparecerían apps para la comunidad LGTBI. Esto nos lleva al estereotipo de que en el ambiente gay hay un alto nivel de promiscuidad y sexo express. Algo que aunque no se puede extrapolar a todos los miembros de la comunidad, tampoco se puede negar que esa facilidad para relaciones sexuales espontáneas y rápidas existe. Un caldo de cultivo ideal para el cibersexo y que su evolución lo ha demostrado.

Si entramos en detalle, en Grindr (app de citas para hombres) pese a estar prohibido publicar fotos explícitas, tienen en su propia configuración de perfil, la opción de configurar y decidir si deseas “aceptar fotos no apropiadas para el trabajo” siendo sus opciones de respuesta: No al principio, nunca y si, por favor. Y el cibersexo se puede realizar dentro del chat privado de la app. También da la opción de crear grupos.  Algo que funciona como ya comentamos en la entrada sobre estas apps. (leer entrada)

Ya estamos acercándonos a la actualidad, al menos fecha de redacción de esta entrada, diciembre 2020. En estos años, en realidad hablaríamos de 2018 en adelante, teniendo la máxima popularidad en 2020 debido al covid. (confinamientos y EREs-desempleo) La sexualidad se comenzó a enfocarse más hacía un bien/servicio con el que mercadear. Digamos que empezó a tener cada vez más peso acciones que se podrían clasificar como prostitución velada.

La evolución del cibersexo nos lleva a que la sexualidad entrara en estos años en el sector de las plataformas de micromecenazgo aplicadas a industrias creativas y culturales. Que para contenidos no sexuales/eróticos, ya estaban estabilizándose.

Aquí aun hay cierto debate sobre lo que supone vender estos contenidos (fotos y vídeos) de carácter erótico y otros mucho contenidos más explicitos. Si es arte, exhibicionismo o una forma dulcificada de prostitución. Especialmente con los contenidos más explicitos. Todo a cambio de distintas cuantias a modo de pequeñas donaciones o suscripciones. Existen varias plataformas para estos fines, pero la más popular es Onlyfans.  Plataforma que curiosamente adquiere esta relevancia dentro del sector sexual y los contenidos para adultos poco después de que se hiciera accionista mayoritario el propietario de uno de los portales más populares de webcams. (MyFreeCams)

Aquí el cibersexo aparece porque aunque en estas plataformas está prohibido en sus condiciones de uso ofrecer servicios sexuales a cambio de las donaciones y/o suscripciones, muchas personas sortean y ofrecen videollamadas para hablar en privado con la persona que crea los contenidos. Como curiosidad, justamente en 2020 Onlyfans ha abierto un programa beta al estilo “Demon Time”. Un club nocturno virtual para poder monetizar contenidos en vivo a doble pantalla. (videollamadas y salas de chat).

Por ahora esto ha sido como ha ido avanzando la evolución del cibersexo. Seguirá avanzando y descubriéndose nuevos caminos, pero para eso, aun hay que dejar reposar el tiempo para posteriormente narrarlo.

Si te parece interesante y quieres conocerlo con mayor profundidad y exactitud, tienes toda esta información ampliada y referenciada en el monográfico de la evolución del cibersexo creado por Toulouse (92 páginas).

Puedes descargarlo con licencia creative commons desde este mismo link. (Consultar documento en PDF) o si lo prefieres desde la sección de descargables. (ver sección)

 

¿Y a ti qué tipo de cibersexo te gusta?