Iniciación al sexo anal (parte 1 de 2)

Del sexo anal se puede escuchar opiniones de todo tipo. Hay gente que dice que le encanta practicarlo más que otros tipos. Otras personas dicen que no les gusta por que duele mucho, a otros les da reparos, etc… Pero lo que es seguro es que no deja a nadie indiferente. Aquí encontrarás una serie de consejos y recomendaciones para si quieres probar, lo hagas de la mejor forma. También sirve si ya lo prácticas comprobar si lo haces bien.

El sexo anal no es una práctica restringida a un solo sexo, ambos sexos pueden ser penetrados y encontrar el placer. También es importante cuando se habla de sexo anal distingir entre rol pasivo (quien recibe) y el rol activo (quien da) Y no asumir estos roles como opción de género ni como quién lleva las riendas del acto sexual. Se puede ser quien penetra y no hacer nada o ser ser quien penetra y además marca el ritmo del acto.
 
Si nunca has practicado sexo anal y quieres probarlo (como rol pasivo) la recomendación que te hago es que no empieces directamente por intentar introducirte un pene en erección. Lo primero que tienes que saber es que la cavidad anal no está pensada para la práctica del sexo. Eso significa que interiormente no lubrica, existe mucosa en el recto pero no es suficiente para lubricar. También se tiene que tener en cuenta que los tejidos internos no son tan elásticos como los de la vagina. Por lo que son más sensibles en el sentido de fáciles de lesionar.
El motivo de que produzca placer esta práctica radica en que en la zona del ano, exactamente alrededor del agujero y el principio de la entrada se acumulan una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Que son las que producen la excitación. Además de esto, en el caso de las mujeres hay una parte de las paredes del intestino que están muy próximas o en contacto con la vagina, por lo que en cierta manera también se excitan esas terminaciones nerviosas. Para los hombres está la proximidad de la próstata que es donde se acumulan las terminaciones nerviosas y lo que provoca el placer.
Otra cosa que pasa desapercibida en gran cantidad de sitios web y en personas que dan consejos sobre el sexo anal es que no todos los culos son iguales. No me refiero a tenerlo más redondo o menos, más voluptuoso o más plano. Me refiero a que en cada persona hay pequeñas variaciones biológicas. Por ejemplo la inclinación y posición del agujero, la profundidad del ano respecto a los glúteos, la flexibilidad de la musculatura perianal. También la fuerza de dichos músculos, la dilatación que admite, el umbral de dolor, etc… Cosas que influyen a la hora de practicar la sodomización.
Resumiendo para esta primera parte, si nunca te has o te han metido nada por el culo, ni te has masturbado analmente, mejor comenzar con cosas sencillas.  Evita los nervios, con tranquilidad, con mucha lubricación (saliva o lubricantes en base agua) y sobre todo no intentes introducir cosas grandes. Grandes en sentido gruesas. Es aconsejable estar excitado/a pero no es obligatorio. Tanto para chicos como para chicas podéis comenzar con masturbaciones anales con vuestras propias manos. Empezar introduciéndose un solo dedo y posteriormente ir introduciendo alguno más o usar algún dildo especial para sexo anal. Estos dildos especiales para anal los reconoceras por que llevan un tope y evitan sorpresas. No sería la primera vez que por los movimientos reflejos de succión del intestino, se introduce más de la cuenta algo y luego se crea una situación un poco “difícil de explicar”.
Recordad las chicas que mientras hacéis esto, os podéis con la otra mano estar acariciando el clítoris o penetraros también la vagina. Y los chicos podéis pajearos, ya que casi seguro en esta situación tendréis una erección. Esto puede ser una forma de ayudar a reducir la posible sensación de dolor y multiplicar el placer.
Por último, por higiene en el caso de las chicas nunca pasar de una penetración anal a una vaginal sin lavar antes lo que haya estado dentro del culo. Ya sea dedos, penes, dildos o cualquier otro objeto. Al igual que cambiar de condón. Y para los chicos, no intercambiaros dildos u objetos que hayan estado introducidos de uno a otro. Antes de cambiar de cuerpo lavarlo o cambiar el condón.
Una de las grandes dudas que tienen especialmente los chicos entorno al sexo anal está relacionada con su orientación sexual. No afecta en nada ni tiene que cambiar ni «te convierte» en nada la realización del sexo anal como rol pasivo. (que suele ser la duda más habitual). Hay que ver el sexo anal como una forma más de jugar y disfrutar de la sexualidad. Una cosa es como te gusta obtener placer y otra cosa es que te gusta o atrae sentimentalmente o a nivel sexual. De hecho existe la práctica sexual del pegging. Que esa en la que en una relación heterosexual una mujer penetra a un hombre, generalmente con un strapon.
Para conocer sobre la practica del sexo anal tienes varias opciones. Continuar leyendo la segunda parte de esta entrada, que sería un enfoque del sexo anal para “iniciados” (ver aquí). O si lo prefieres, puedes descargarte directamente en PDF a color la guía gratuita de iniciación al sexo anal (descargar guía)
¿Descubrimos la ruta alternativa del placer?

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