La doble moral en la sexualidad

La doble moral es un concepto inherente al sexo y la sexualidad. No se pueden separar, yo me atrevería a decir, que en pocos campos más se podría encontrar una doble moral.

En otra entrada de este blog, ya hablé de lo que para mi es la sexualidad social. Cómo la sociedad genera una sexualidad suficientemente difusa como para aceptar distintas formas. Una acción que a la vez que estandariza lo diferente, lo pone en tela de juicio. (Leer entrada sexualidad social).

Precisamente parte de ese juicio es lo que conocemos como doble moral. Hablando de una forma más descriptiva, podemos decir que la doble moral, no es otra cosa que la diferencia entre lo que pensamos y creemos respecto a lo que piensa y cree la sociedad.

Una disonancia entre lo individual y el grupo.

Los motivos que producen la doble moral son muy variados. Se podría decir que en cada persona existen varios. Lo que si que es más común son acciones o situaciones que desencadenan esta doble moral en la mayoría de personas.

Uno de los casos más simples de doble moral en cuanto al terreno sexual es en el caso de las chicas. La diferencia entre bikini y ropa interior. Ambas prendas dejan a la vista la mayor parte del cuerpo. En muchas ocasiones costaría diferenciar una prenda de otra salvo por el tejido. Sin embargo, cuando se está en bikini, se ve natural que se puede estar con esa vestimenta y en algún lugar tipo playa, piscina, rios, etc. En cambio, en ropa interior se genera inseguridad y vergüenza por enseñar. En líneas generales. Esto no quita que últimamente esté creciendo la tendencia de mostarse con apenas ropa. En cualquier caso, lucir así (en bikini o ropa interior) hace que algunas personas directamente asocian la idea de que está buscando que la miren o que “va pidiendo guerra”.

Otro fenómeno de la doble moral es el hecho de los comentarios sexistas y machistas (como el anterior) que se producen cuando una persona tiene relaciones sexuales con alguien de diferente edad. Según que género sea cada rol, los comentarios cambian.

Si un hombre mayor tiene relaciones con una chica joven, ese hombre es admirado y por norma general es visto de forma positiva. Entendiendo en más de una ocasión que la chica puede estar por algún tipo de interés. Mientras que en el caso contrario, una mujer madura que tenga relaciones con chicos jóvenes, se la considera poco más que una obsesa del sexo o adicta. A la vez que al chico en cuestión, pese a que se le puede criticar, son críticas más benevolentes. Donde seguramente aparezca como escusa y atenuante que lo hace porque tiene las hormonas revolucionadas y si la mujer le ha dado bola, es normal que haya “caído en la tentación”.

Siguiendo la línea de la doble moral a través de la relaciones, existe una diferencia de criterio según el género. si hablamos de personas activas sexualmente. Un hombre con varias parejas sexuales se le considera “machote” en el sentido de viril y potente. En cambio, si esa persona es una mujer los comentarios tienden a ser despectivos precisamente por tener una vida sexual activa con varias parejas sexuales. Si añadimos la variable de la orientación sexual ocurre algo parecido.

La doble moral en cuanto a la sexualidad cubre todas las opciones. Si nos centramos en los cánones de belleza, sin lugar a dudas las mujeres surfren mucha más presión en este tema. Es como si estuvieran constantemente teniendo que pasar un examen. Hasta por el estilo de vestir. Mientras que a los hombres esta presión es mucho más suave.

Sin embargo, hay algunos momentos donde la doble moral cambia. Si un hombre piropea o hace algún tipo de comentario sobre la belleza o el físico de una mujer, según que tono, rápidamente es etiquetado de machista. Ahora bien, si este hecho lo cambiamos de género, una mujer es la que piropea o comenta de forma pasional o lasciva, socialmente no se termina de ver igual de negativo. Aunque quitando el género de las personas, los comportamientos sean exactamente iguales y la persona que es “halagada” pueda a llegar a sentirse algo incómoda.

Desde las experiencias de Toulouse no vamos a decirle a nadie que pensar o que opinar respecto a este tema. Solamente os pedimos que el criterio que quieras seguir, lo apliques por igual para todos los casos. Porque la doble moral es algo que no beneficia a nadie.

¿Jugamos con la moral?