La reunión de Tupper-sex

¡Hola! Soy una chica que le encanta y disfruta del porno y se masturba y me lo paso genial. Bueno, no se si esto será un relato erótico o no. Os voy a contar la reunión de Tupper-sex que hemos hecho hoy mis amigas y yo, y como se nos ha ido de las manos. jejeje.

Hoy nos hemos juntado en casa de una amiga el grupito de siempre, las 5 amigas de toda la vida, Ángela, Adriana, Paola, María y yo para hacer una reunión de Tupper-Sex.

Todas hemos empezado un poco nerviosas para no ser la primera en hablar y ser la más suelta del grupo. Se ha abierto la maleta y ahí estaban todos eso juguetes, lubricantes, y cosas varias. Al poco cada una comenzamos a coger todo y a mirarnos entre nosotras porque había de todos los tamaños. Haciendo bromas y lo típico que se hace en esos momentos. Tras un rato nos surge la típica duda, ¿cómo saber cual es el mejor?

En ese momento fue inmediato, una sola mirada y todas automáticamente nos bajamos un poco las bragas y a revolvernos. Todas a probar el juguete que teníamos en las manos. El mío era pequeñito y estrecho en comparación con los otros y fue pasármelo por los labios para lubricarlo un poco y entró solo. Mientras estaba dentro, me lo giraba y me lo intentaba mover por dentro del coño. En verdad no sentía casi nada de placer pero notaba que algo estaba en mi coño y me ponía cachonda el notar como se movía por dentro.

Mis amigas andaban igual investigando las cosas nuevas, Ángela estaba con unas bolas chinas que cuando la miré de reojo mientras yo me daba, ella estaba con las bolas ya dentro. Probando a jugar con la cuerdecita a tirar de ellas pero sin sacárselas. Adriana estaba probando un estimulador de clítoris, y viendo que se había quitado ya toda la ropa y estaba medio tumbada en el sofá con las piernas abiertas y temblorosas, creo que debe de funcionar genial. Paola y María se habían decidido por algo más erótico y estaban las dos entretenidas haciéndose caricias con una pluma y con antifaces… Era cuestión de tiempo que en esa habitación empezaran a escucharse gemidos y a haber orgasmos.

Yo enseguida me puse caliente como una perra y me desnudé complétamente. (Hay confianza con mis amigas). Busqué otro consolador que se pareciera más a una buena polla para poder follármelo. Me agarré el más grande que vi y me lo metí en la boca- Acto seguido por el coño, que este si que lo sentí entrar, tanto que incluso me dolía un poco. Pero era tremenda la sensación de sentir algo tan grande por el coño y no podía parar de gemir. Mis amigas al escucharme enseguida me dijeron que me ayudaban.

Ángela se me acercó, me sacó el dildo y me metió otro que estaba enganchado a un cinturón y comenzó a follarme como si fuera un tío. No tenía piedad conmigo, era una cosa salvaje. Adriana no tuvo otra idea mejor que dedicarse a sobarme todo el cuerpo. Lamerme y frotar su coño y su culo contra mi. Paola y María estaban  en sus cosas, más que probar los inventos sexuales estaban descubriendo el sexo lésbico. Hasta ahora eran heteras, pero ya estaban por el suelo haciendo un 69. No tardaron mucho tiempo en empezar a meterse los dedos una a la otra y empezar a correrse, revolcarse por toda el salón y terminar las dos solas en otra habitación.

Mientras nosotras tres seguíamos a lo nuestro, tras correrme yo varias veces, le tocó el turno a Adriana. Me la estuve follando yo con la polla del cinturón y jugando con varios vibradores. Ángela era la que nos iba ayudando a las dos, ya que conocía más todas estas cosas y siempre ha sido la más abierta sexualmente.

Y bueno después de la reunión de Tupper-sex de hoy creo que voy a disfrutar mucho más del sexo y de mis amigas… Gracias Ángela por proponer este plan. 😉

**Si te ha gustado este relato y quieres uno similar, recueda que también se pueden escribir personalizados y exclusivos para ti. (ver info)