Mucho más que un vídeo

La pornografía es mucho más que un vídeo. Por todos es conocido los distintos portales donde se suben contenidos (vídeos en su mayor parte) tanto profesionales como caseros de alto contenido sexual.

A nivel profesional, está muy claro la motivación de la subida y publicación de este tipo de contenidos. Es un negocio. Dichos contenidos están realizados expresamente para ser publicados. Es el fruto de una actividad económica y cultural. Efectivamente, la realización de porno debe considerarse también una actividad cultural. Es el mismo producto que el resto de producciones culturales, salvo que la temática implica el desnudo humano y la realización de actividades sexuales.

Vamos al campo casero o amateur. Aquí es donde más cobra relevancia el hecho de que estos contenidos sean mucho más que un video o una fotografía pornográfica. Los motivos de por qué se generan este tipo de contenidos dentro del mundo amateur son muy diversos. Igual que lo puede ser justifcar por morbo. (Leer más sobre el morbo)

Ciertamente, desde que estalló la crisis de 2007 y se popularizó el contenido tipo “amateur” hay muchas personas que deciden inciarse en una aventura laboral. (Por voluntad propia o necesidad). Ya sea por medio de realizar sesiones de chat-cam o directamente por la realización de grabaciones caseras de sus encuentros sexuales, publicarlos y mediante micropagos, obtener un rendimiento económico. Con la crisis del COVID-19 y el auge de portales de micromecenazgo para toda clase de contenidos, algunas personas amateur han profesionalizado su actividad.

Otro tipo de personas, realizan este tipo de contenidos por el morbo de exhibirse. Encuentran placer en la acción de que otras personas se puedan excitar viéndoles. A esto se puede agregar un grupo de gente, los que viven la realización de estos contenidos como parte de su sexualidad. Aquí también vamos a incluir a todas esas personas que lo realizan en algún momento para fardar o presumir de su actividad sexual. (En el mejor de los casos). También hay otros menos, que lo hacen como forma de tener un motivo para poder extorsionar en un momento dado a la otra persona. Es el famoso contenido denominado revenge. (Más info)

Hasta aquí es todo más o menos normal y ya se ha comentado en numerosas ocasiones en este blog. Lo que hace que estos contenidos sean mucho más que un video o una foto, es una corriente que subyacente entorno a todo este tipo de contenidos. No es nueva o emergente como otras comentadas. Esto existe desde hace mucho tiempo.

Gente que aprovecha ese contenido casero para “robarlo” y adjudicárselo como propio y volver a resubirlo en distintos lugares de la red. Aquí también se pueden establecer varios tipos de perfiles.

Uno de ellos es el tipo spam/piratas. Estos perfiles se dedican a buscar este tipo de contenido y lo adaptan para resubirlo de la forma más morbosa y utilizar ese contenido para realizar spam de otras páginas de contenidos para adultos. Esto puede conllevar que la página a la que apunta esté repleta de virus, trollanos y malware para infectar los dispositivos de todas las personas que entren. Una variante de esta opción, es hacerlo a través de acortadores y cobrar con micropagos o sms para poder acceder a “contenidos completos” que realmente no tienen o no existen.

Otro perfil que reutiliza contenidos de terceros, son personas que los aprovechan para hacerse pasar por quienes no son y así poder acceder a un tipo de personas que de otra forma no podrían. En ocasiones también pueden llegar a terminar extorsionando a personas después de realizar un intercambio de contenidos. Lo que se ha detectado por Toulouse, suele ser gente que busca acceso a parejas del ambiente liberal. De igual forma, algunas personas de mayor edad, utilizan este tipo de contenidos grabado por personas más jóvenes para poder de esta forma hacerse pasar por un perfil más joven y acceder a personas jóvenes que de otra manera no le prestarían atención.

He dejado para el final la opción quizás más chocante de este tipo de prácticas donde el contenido es mucho más que un vídeo o una foto. Todo este tipo de contenido al igual que ocurre con el porno profesional, está encaminado a provocar excitación en otras personas y servir de estímulo al cerebro para que active una fantasía y de esta forma poder sentir el mismo placer o niveles similares a si se estuviera realizando la actividad sexual que se está imaginando. Funciona igual que en el caso de los relatos éroticos, pero con fotos y vídeos se requiere menos imaginación. (Cómo funciona un relato)

Aquí está la salvedad de que al ser contenido amateur o no profesional, para que según que fantasias, puede ser un extra de “realismo”. Algo que ayuda a recrear y estimular la fantasía en cuestión. Según lo investigado por Toulouse, todo este tipo de contenidos repetidos son para recrear fantasías relacionadas con el incesto. (Es lo que más abunda). Después de eso, según sean las personas que protagonizan los contenidos, sirven para dar vida a otro tipo de fantasías populares. Por ejemplo, el mundo de la docencia, infidelidades de vecindario, etc. En los últimos meses, se está popularizando en esta sección, el recrear los vídeos donde son encuentros con personas que no conocen y que proceden después de quedar por aplicaciones de citas o ligar/conocer por Instagram.

Por todo este tipo de cosas, es por lo que hoy en día, los contenidos para adultos amateur, son mucho más que un video o una foto. Son todo una herramienta que puede llegar a convertirse en cualquier cosa que imagines. Por este motivo, Toulouse recuerda y recomienda, seguir las recomendaciones de autoprotección cuando se realice sexting. Y como medida extra, marcar el contenido para evitar que pueda ser utilizado en un futuro en contra de otras personas. Firmar los contenidos con pseunónimo. Y si te dedicas a conocer gente online para realizar cibersexo o sexting, utiliza y pide zings. (Ver más info sobre zing)

¿Sigues pensando que solo es una foto o un vídeo?