Pesadilla en Elm Beach

Estamos en verano, aprieta el sol y hace un estupendo día para ir a la playa. A la playa Elm, la cual tiene sobre ella una antigua leyenda negra.

Cuando alguna chica ,muy abierta sexualmente, va a esta playa está corriendo un peligro que desconoce ya que suelen llegar a la playa con sus bikinis, toallas, bolsa de playa, etc… Sin saberlo sienten la obligación de tener que hacer topless y se quitan la parte de arriba de sus bikinis ,dejando libres sus pechos para que los rayos del Sol los bañen por completo, ya sean grandes o pequeños, y mientras están así comienzan a sentir un extraño escalofrío en los pezones que luego se va moviendo desde ahí hasta las caderas. Poco a poco van notando una sensación de placer, caricias y aunque se cambien de posición ellas siguen notando un placer similar al que se siente cuando les soban los pechos. Instintivamente ellas se los tocan para ver si se les va esa sensación que las va poniendo más calientes. Ante el extraño placer que sienten no se plantean huir y dejan que poco a poco tome el control. La agradable sensación se va trasladando por su cuerpo hasta el coño y el culo, pueden notar como se les pone el vello de punta las que tienen y las que están depiladas notan como se les abren los poros.

Poco a poco la arena de la playa se les va pegando a su cuerpo sudoroso y también se va calentando. Ellas notan una especie de presencia que les separa un poco los labios vaginales y les acaricia lentamente el clítoris mientras uno escalofríos les recorren las ingles y las piernas. Al sentirse excitadas y subirles la temperatura, ninguna duda en dirigirse al mar para refrescarse un poco.

Según entran en el mar, la presencia desaparece, el placer se corta y ellas se relajan, pero no deja de ser una ilusión y cuando están distraídas notan una penetración muy fuerte que va acompañada de un placer muy intenso que no han notado nunca antes.

Algunas se asustan e intentan salir del mar como pueden, tras esta experiencia no vuelven a ir a esta playa por miedo.

Pero las que se entregan al placer son otra historia, sienten como algo las está follando y por más que miren al agua no ven nada, y el placer se hace cada vez más intenso hasta que entran en trance y se ven un lugar extraño donde están rodeadas de hombres con erecciones y dispuestos a darles placer.

En ese lugar tan raro se les cumplen todas las fantasías sexuales que quieran. Si una chica quiere comer polla, antes de que se de cuenta tiene a un tío agarrándole la cabeza con fuerza y metiéndole su polla en la boca para follársela. Si otra quiere follar, tiene a un tío metiéndole la polla hasta el fondo para abrírselo bien y que la sienta en su interior.

Y así tienen todo el placer que quieran, pero no lo pueden dejar y se quedan atrapadas en un limbo de sexo y placer infinito.

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