¿Por qué hay porno de pago?

Seguro que en alguna ocasión te lo has preguntado. Con tantísimo contenido pornográfico gratuito, ¿por qué hay porno de pago?

Esta pregunta tiene una respuesta algo complicada. Especialmente por lo opaco que es a veces la industria. El primero de los motivos es precisamente ese, porque es una industria. Un sector productivo de la sociedad. Existe una demanda y hay personas que ofrecen un producto/servicio a cambio de dinero.

Pero profundizando más en el concepto de por qué hay porno de pago, hay que fijar en que años quieres conocer la respuesta. No es lo mismo en los 80-90, que en los 00-10 que por ejemplo en esta última década. (Los 20) Igual te interesa también conocer como ha sido la evolución del cibersexo. (Leer más)

En los años 80-90 la respuesta es muy sencilla. Al menos si ya tienes una edad y lo viviste. En esos años apenas había contenido audiovisual gratuito. Todo lo que se movía era de la industria profesional. Sin duda la época más dorada de la industria del porno. Son los años de las grandes producciones pornográficas y cuando se hablaba de salarios estratosféricos.

Al comienzo de milenio, ya estaba Internet y comenzaba la aparición del contenido amateur y los portales masivos. En estos años fue cuando se empezó a preguntar la gente el motivo de por qué hay porno de pago. Sin embargo, aun tenía cierto sentido. Ofrecían calidad, tanto en imagen como en sonido. Era muy difícil competir de forma casera con una industria madura y muy estabilizada. Además fue los años donde la industria profesional aun tenía la capacidad de ofrecer fantasías y contenidos que difícilmente se podría hacer de forma amateur. Sesiones de sexo grupal, interraciales, contenidos alternativos, sexo más extremo, etc.

Lo importante, los motivos actuales (año 2021) de por qué hay porno de pago. Hoy en día hay que hacer un distinción, el contenido pornográfico de pago se ha subdividido en varias categorías. Por un lado está el que podríamos llamar clásico o de “old school” productora de cine para adultos. Este contenido cada vez es más escaso y tiende a desaparecer. Lo que está en auge ahora es el contenido amateur profesionalizado. Es contenido de profesionales (productoras clásicas) que adaptan sus contenidos al formato amateur. O al menos que parezca producido de forma “casera”.

En los últimos años (desde 2015 aprox.) ha salido este otro perfil. Personas que hacen en modo “amateur o casero” contenidos y los venden, por lo que sería contenido amateur de pago. Esto está surgiendo gracias a plataformas de micropagos y opciones que las grandes plataformas están implementando. Aquí hay gran variedad de formatos. Desde el clásico perfil en una plataforma o red social concreta, hasta el formato más independiente que se conoce como la venta de “packs”. Que se suele ofrecer por redes sociales generalistas y directamente ofrece sus productos. Se parece mucho a los conocidos como bots. (Clic aquí para leer sobre Inteligencia Artificial en el sexo y clic aquí para leer sobre bots de ligoteo)

No quiero dejar fuera de esta entrada los shows y contenidos vía webcam. Que también tienen versión gratuita y versión de pago. Además de que los motivos para que existan ambos son bastante similares a los contenidos pornográficos en formatos más clásicos (vídeos y fotos)

Analizando la situación desde la parte puramente de consumo y de experiencia de usuario. Hoy en día los contenidos de pago existen y cada vez crecen más porque convergen varios puntos:

  • Por un lado, el hecho de ser amateur o casero, atrae más en general. La industria clásica ha estado mucho tiempo trabajando estereotipos artificiales alejados de la realidad. Pueden resultar atractivos, pero al no parecer naturales carecen de ese “morbo” de que pueda ser tu vecino/a.
  • Por otro lado, hoy en día ese pago no es por desnudo o el sexo explícito. El pago surge por la personalización de dicho contenido y en cierta manera por su exclusividad. De forma gratuita hay tanto disponible de todas clases, que si una persona ofrece un servicio o producto hecho a medida de quién lo consume, se paga por él sin problema.
  • Sumando a la lista está el cambio de mentalidad de la sociedad, poco a poco se da naturalidad al sexo y su actividad, por lo tanto se comienza a explorar fetiches y fantasías. Y claro, somos tanta gente en el mundo y es tan sencillo conectar, que es fácil que alguien esté dispuesto a realizar una acción muy concreta o poco demandada. En lenguaje empresarial y de marketing, se han creado micro nichos y micro mercados muy especializados dentro del contenido para adultos.
  • El cambio de la sociedad también ayuda a que como ya ha comentado Toulouse en eventos y por este blog, haya un pensamiento entre los más jóvenes de que la sexualidad se puede monetizar. Surgiendo personas que su planteamiento para tener relaciones sexuales, además de lo habitual del placer, el sentimiento romántico, se les suma que haciendo lo mismo pueden ganar un dinerillo. Incluso hay quién busca pareja sexual para poder generar contenidos explícitos y ser “influencer” en el sector de la pornografía. Una normalización y naturalización del sexo que puede llegar a tener repercusiones peligrosas. (Habrá que ver como evoluciona y se ve esto dentro de un tiempo)
  • La facilidad de micropagos. Reducir considerablemente los precios de acceso y la posibilidad de que sean productos os servicios escalables hace que a quien consume porno de pago no le suponga una gran carga financiera. Además de que al haber cada vez más creadores de contenidos hay más oferta y por competitividad los precios bajan. Sumado a que hay muchísimas facilidades y herramientas para hacer pagos seguros entre personas. (Paypal, Bizum, Wallets, etc.)
  • Las crisis económicas consecutivas también suma. Muchas personas se han visto empujadas a probar suerte con esto. De todos es sabido que el sexo se ha usado como moneda de pago desde la antigüedad. No deja de ser una necesidad del ser humano. (También hay animales que usan el sexo como forma de pago o para intercambiarlo por otras acciones, no es nada para alarmarse ni hablar de antinatura)

Aunque es una entrada algo larga, realmente es un resumen de respuesta a la pregunta de por qué hay porno de pago. Todo sin entrar en la respuesta obvia de se paga por un trabajo realizado por “artistas” si lo vemos como una forma de propuesta artística-cultural. Seguramente entrando en este debate se pueda abordar desde otras muchas perspectivas y descubrir más motivos y justificaciones. Como he dicho, aquí es una visión generalista y holística de por qué hay porno de pago. Si estás interesad@ en profundizar, todos los canales de contacto de Toulouse están a tu disposición, y si hay suficientes personas, ¿por qué no organizar un debate?

¿Quieres saber el final?