Tras un duro día de trabajo…

Ya es de noche, acabo de llegar a tras un duro día de trabajo en la oficina. Entro en casa donde está mi pareja, pero hoy contrario al resto de días no huele la cena. La llamo en voz alta, y aparece tras una puerta completamente desnuda, se dirige hacia mi y me dice: “Por fin has traído la cena.” En ese momento me baja los pantalones y los calzoncillos de una sola vez y comienza a comerme la polla.

Lo hace con mucho deseo, y no tardo ni 10 segundos en que se me ponga bien dura. Ella no para de chuparmela y metérsela entera en la boca. Yo estoy súper excitado y quiero que deje de comermela para poder metérsela. Le digo que vamos al sofá que es más cómodo y cuando se va a acomodar la empujo contra él, cae boca abajo dejando ver su apretado culo con las marcas del bikini del verano todavía e insinuando en las sombras su coño perfectamente depilado sin ningún pelo.

Me abalanzo sobre ella, estoy tumbado encima suya. Mi polla dura está justo entre sus nalgas. A ella le gusta sentir mi polla por su culo y empieza a moverse para frotarse con ella. En uno de esos movimientos me coloco un poquito para atrás y ella suspira fuertemente, acabo de meterle la polla por el coño. Dice que le molesta porque ha sido de golpe  pero rápidamente me pide que la folle. Que la saque la polla y se la vuelva a meter, que quiere muchos pollazos. Yo la obedezco y así lo hago. Su coño en menos de un segundo está chorreando y ya tiene tanta lubricación que le entra como si nada. Ella no para de gemir y de pedirme que lo haga más fuerte.

Así ella llega al primer orgasmo. Quiere sentir más placer y ahora me pide que se la deje dentro pero yo también estoy muy excitado. En rebeldía se la saco y solo meto la puntita. Estoy jugando con ella. Yo me estoy excitando mucho porque noto como la punta de mi polla no para de restregarse con la entrada de su vagina mientras ella no sabe que hacer para que se la meta entera. Ya estamos a 4 patas y ella está masturbándose el clítoris y me está entregando su coño y su culo. Ya le da igual por donde quiera darle pero necesita polla. Se la vuelvo a meter por el coño y a darle caña lo más rápido y fuerte que puedo.

Ella grita del inmenso placer que tiene. Con mi polla dentro, le viene una corrida tremenda. Yo el doy azotes y ella se excita aun más, le está temblando todo. Entonces es el momento idóneo para metérsela por el culo. Mi mejor recompensa por un duro día de trabajo. Me cuesta que le entre el capullo, pero hago fuerza y por fin entra. El resto de polla entra sola, se la meto lentamente y se la saco igual, para que sienta como se mueve mi polla por dentro de sus entrañas y poco a poco empiezo a subir el ritmo.

Ella está exhausta y no quiere más pero yo estoy súper excitado porque su culo aprieta fuertemente mi polla y no deja que le folle. Con tanta excitación me corro dentro de su culo, notando como va toda mi lefa hacia fuera. En ese momento, la agarro de los hombros y aprieto con todas mis fuerzas para poder llenarle de lefa hasta lo más profundo, crubiendo de  mi semen el interior de su culo. Le saco la polla y los dos nos quedamos agotados tumbados en el sofá.

 

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